15 febrero 2013

Rol de cerrador no ha sido el más estable en Grandes Ligas

El lanzador de la barba espesa que sacó el último out de la Serie Mundial del 2012, para registrar su tercer salvamento en la barrida de cuatro partidos, no era la primera opción de los Gigantes para ser su cerrador el año pasado. Ni siquiera era la segunda. Y por algún tiempo, el derecho fue sólo uno de varios brazos utilizados en la novena entrada, dependiendo de la situación.
No hay duda de que Sergio Romo brilló como taponero durante ese Octubre Naranja que tuvieron los Gigantes rumbo a su segundo título en tres años. Pero aun al arrancar esta temporada, el derecho no necesariamente tiene el puesto de cerrador en la bolsa.

Tal es la situación en la que algunos taponeros en Grandes Ligas se encuentran de cara al 2013.

Mientras que varios equipos no tienen dudas de quién será su cerrador esta próxima campaña – como por ejemplo la estrella en alza Craig Kimbrel de los Bravos e incondicionales como Jonathan Papelbon en los Filis – el hombre encargado de la novena entrada se ha convertido en una especie de enigma para otros clubes, al menos eso es lo que el 2012 nos indicó.

Los campeones de la Serie Mundial tuvieron un desfile de brazos en la novena entrada hasta octubre, y sus rivales Tigres pasaron ratos amargos cuando se llegó la novena entrada.
Al comparar sus situaciones en el noveno inning con respecto al año pasado, el cambio llegó a más de 15 de los 30 equipos de la Gran Carpa.

Cuando Brian Wilson se dirigía su segunda operación Tommy John en su codo después de tan sólo dos apariciones, los Gigantes utilizaron al dominicano Santiago Casilla por la mayor parte de la temporada antes de optar por bullpen de comité que incluyó a Romo, Casilla y a los zurdos veteranos Jeremy Affeldt y el boricua Javier López.

Y en el arranque del 2013, Romo tiene asignado el puesto, pero los Gigantes dejaron en claro que el derecho no será utilizado en cuatro o cinco días seguidos, debido a que nunca antes ha sido cerrador titular en su carrera y porque San Francisco cuenta con otras opciones viables en la novena. Aclarado el punto, lo más seguro es que Romo sea el taponero de los campeones defensores para el Día Inaugural.

"Creo que se ha ganado el derecho de ser nuestro taponero cuando arranque la temporada", dijo el timonel de los Gigantes, Bruce Bochy.

Los Tigres, por su parte, acudieron a Phil Coke después de que el taponero dominicano José Valverde perdió el puesto durante los playoffs. Pero será el novato venezolano de 22 años de edad, Bruce Rondón, quien recibirá la oportunidad para quedarse con el puesto de cerrador en los felinos este año, después de un 2012 en el que lanzó para tres niveles y llegó a registrar las 100 millas por hora en el radar en el Juego de las Futuras Estrellas. Mientras tanto, Valverde sigue sin equipo como agente libre, mientras los Tigres esperan que Rondón esté listo para el reto.

"No puedes convertir en veterano a un novato", manifestó el manager de los Tigres, Jim Leyland, acerca de Rondón. "No lo sé, pero me gusta el talento, y este muchacho tiene bastante. Le daremos una oportunidad". Junto a la devastadora lesión de Wilson que le cambió el panorama a los Gigantes en la novena, también estuvo la seria lesión que sufrió el líder en salvamentos de todos los tiempos, el panameño Mariano Rivera, situación en la que los Bombarderos del Bronx terminaron beneficiados por la gran actuación del dominicano Rafael Soriano (42 de 46 oportunidades de rescate), y ahora Rivera está de regreso a sus 43 años de edad.

Luego estuvo la hernia deportiva que aquejó a Brad Lidge, quien se vio limitado a 11 apariciones el año pasado para los Nacionales, mismos que para esta campaña tendrán a Soriano como su taponero. Y cuando el derecho Ryan Madson llegó lesionado a los entrenamientos, los Rojos le dieron la bola al cubano Aroldis Chapman en la novena entrada, luego decidieron moverlo a la rotación esta temporada, y ahora cuentan con Jonathan Broxton para servir como su cerrador. Mientras tanto, Madson fue contratado por los Angelinos en el invierno, dándole otra vuelta al carrusel de taponeros.

En otros lugares, las cosas simplemente no funcionaron. Los Marlins convirtieron a Heath Bell en una de sus contrataciones estelares el año pasado, y después de convertir apenas 19 de 27 oportunidades, el derecho pasó a los D-backs.

Pero para otros equipos las cosas funcionaron mejor de lo esperado. Por ejemplo, el dominicano Fernando Rodney pasó a los Rays hace un año después de cinco campañas con efectividad de 4.00 o mayor para los Tigres y Angelinos, y cuando Kyle Farnsworth fue colocado en la lista de lesionados, el noveno inning le perteneció a Rodney. El lanzallamas terminó con una efectividad de 0.60 y convirtió 48 de 50 oportunidades de rescate. Brazos jóvenes como Chris Pérez de los Indios y John Axford de los Cerveceros, se toparon con varios obstáculos, y el dominicano de los Rockies Rafael Betancourt registró 31 salvamentos en su primera temporada completa en la novena entrada.

En la mayoría de los casos, el cambio ha predominado a la hora de elegir a un cerrador en los últimos 12 meses. Al menos una cosa ha regresado a lo normal: Rivera está de vuelta en los entrenamientos de los Yankees, alistándose para su 17ma campaña como el apagafuegos titular del equipo, determinado a mostrar el gran nivel que todos le conocemos tras recuperarse de una lesión seria.

"Definitivamente. Siempre me exijo lo mejor de mí mismo", expresó Rivera. "Regreso porque creo que puedo seguir haciendo las cosas bien. De otra manera no estaría aquí".

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