15 septiembre 2013

Álex Cabrera aseguró que está en forma y el martes se reportará con Tiburones en la UCV


CARACAS.- “Que pongan el nombre mío en el lineup; lo demás lo sé hacer yo”, dijo Álex Cabrera, quien viene de ser colocado en la lista de jugadores en los que Tiburones de La Guaira no ejercerá prioridad de firma.

El slugger apareció en este grupo en un movimiento que puede ser definido como un trámite más, pues de inmediato recibió la invitación de los escualos al minicampamento que arranca mañana en el Universitario. “Siempre lo he dicho, esto es parte del negocio. Esto es una compañía muy grande y todos podemos caer un día en esta lista”, afirmó el toletero de 41 años de edad.

El oriental indicó que este año pasó cerca de cinco meses entrenando en Estados Unidos, en un plan de trabajo, basado en pesas, trote y ejercicios de agilidad. “Yo me siento muy bien. Estoy al cien por ciento. Estuve el año completo entrenando y, si Dios quiere, el próximo martes estaré allá (en el Universitario)”, comentó.

El “Samurái”  recordó el episodio protagonizado en diciembre pasado, cuando disparó un cuadrangular en uno de los juegos  donde enfrentó a su hijo Ramón (Leones) y habló de retiro. “Yo soy el empuje y la figura de mi hijo. Él me dice que para qué me voy a retirar. Me pide que juegue esta temporada y les demuestre a las personas  que no es lo que creen, que estoy en condiciones y puedo jugar la pelota cuantos años quiera”, expresó. “Uno debe hacer las cosas por los hijos. Si yo me retiro, será frustrante para él. A veces uno debe hacer el sacrifico, aunque no quiera”.

Cabrera deja a un lado el tema de la despedida cuando recuerda que está a solo cuatro jonrones de los cien en la LVBP. Desea alcanzar la cifra, antes de decir adiós. “Si algún día después de la temporada decido retirarme, quiero hacerlo como lo que fui: un buen bateador, buen pelotero, un hombre que todos los años hacía números y ayudaba al equipo a clasificar. Esa es la mejor forma de retirarse... Al mirar la persona, sabes si trabajó o no. El pelotero se ve por el físico. Cuando yo llegue, ustedes me ven y dirán si trabajé o no”, concluyó.




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