.- Durante la última semana del 2013 tuve el inmenso placer de compartir con los colegas Alfonso Quintero y Octavio Sequera en el programa Voces del Deporte, en la 1210 AM ESPN Deportes Radio de Miami.
Allí, un oyente preguntó si el equipo de Villa Clara, campeón cubano, podría ser considerado como favorito para ganar la próxima Serie del Caribe, que se celebrará en febrero en Isla Margarita, Venezuela.
Y al menos de manera preliminar, la respuesta tiene que ser afirmativa.
Se trata del regreso de Cuba a un evento del cual está ausente desde hace más de medio siglo y que dominó casi de manera absoluta desde su creación en 1949 hasta su última participación en 1960.
Los jerarcas político-deportivos de la isla no pueden darse el lujo de desaprovechar semejante escenario para tratar de recuperar un poco el lustre de un béisbol históricamente poderoso, pero venido a menos en los últimos años.
El deporte, en sentido general, pero particularmente el béisbol, constituyen banderas de propaganda política del gobierno instaurado en Cuba hace 55 años.
Un triunfo ante los campeones profesionales de República Dominicana, Venezuela, Puerto Rico y México, aún cuando estos países no lleven a sus mejores peloteros, servirá para hacerle publicidad al sistema deportivo cubano.
Villa Clara, campeón vigente de la pelota cubana, irá reforzado hasta los dientes con los mejores jugadores de la isla, porque se trata de ganar a toda costa.
Ya veremos -- pueden apostar -- en la nómina de los naranjas a conocidas estrellas como Yulieski Gurriel, quien jugó la pasada campaña con Sancti Spíritus y ahora lo hace para los Industriales de la capital.
O al toletero Alfredo Despaigne, del equipo Granma, quien conformaba una poderosa dupla ofensiva con Yoenis Céspedes y es el líder de cuadrangulares y bases por bolas recibidas en la presente temporada.
Además, ya fue convocado, muy justamente, el catcher Ariel Pestano, quien integró el equipo villaclareño monarca del 2013 y que ahora juega en México.
Lamentablemente, la convocatoria no ha sido igual para todo el mundo, pues Misael Siverio, lanzador zurdo que fue una de las cartas de triunfo del manager Ramón Moré, difícilmente será llamado a filas, luego de que escapara durante un viaje de la selección nacional por Estados Unidos.
Los refuerzos son válidos y a lo largo de la historia de la Serie del Caribe hemos visto a los campeones de los diferentes países participantes buscar llenar huecos y salvar debilidades con jugadores de otros equipos.
Pero habrá que ver el interés que se tomen los dominicanos, sempiternos favoritos en estos certámenes, quienes tienen ahora el incentivo adicional de refrendar en cuanto torneo haya su condición de país líder del béisbol internacional tras su corona en el III Clásico Mundial.
El campeón quisqueyano, sea cual sea, tiene para reforzarse por la presencia en la actual campaña de jugadores de Grandes Ligas que si bien no son superestrellas como Robinson Canó, David Ortiz o Adrián Beltré, tienen la suficiente calidad y experiencia para armar una banda competitiva.
Wilín Rosario, Juan Nicasio, José Valverde, Erick Aybar, Emilio Bonifacio, Juan Francisco,Engel Beltré, Jordany Valdespín, Yamaico Navarro y los cubanos Leonys Martín y Raúl Valdésson varios de los peloteros que se desempeñan ahora mismo en el torneo dominicano y que podrían reforzar al que resulte ganador.
Por cierto que sería interesante, con cierta dosis de morbo, ver en la Serie del Caribe a Martín, quien jugaba en Cuba precisamente con el equipo Villa Clara.
Y también hay que ver cómo lo toma Venezuela, en su condición de sede, pues a nadie le gusta hacer el ridículo ante su propia gente.
Puerto Rico -- ¿quién lo diría hace unos años atrás? -- va en el papel de Cenicienta y México, campeón vigente, sin tener las bases e historia de sus contrincantes, es posiblemente el país que se toma más en serio su participación en la llamada Pequeña Serie Mundial Latinoamericana.
Via http://espndeportes.espn.go.com
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