ISLA DE MARGARITA, Venezuela – El fracaso de Cuba en la Serie del Caribe, luego de 54 años de ausencia en el evento, fue una sorpresa para mucha gente.
Al terminar Villa Clara con 1-3 y ser eliminado en la ronda regular del torneo, mucha gente se preguntó cómo un país con tanto historial de éxitos en torneos internacionales podía verse tan mal en el Clásico Caribeño.
Algunos de los números fueron feos: Once carreras (nueve limpias) permitidas en apenas 7.2 innings de parte de su pitcheo abridor en sus tres derrotas, antes de la joya lanzada por Vicyohandrys Odelín vs. Puerto Rico el martes; seis errores en los primeros tres encuentros del evento; y un marcador general de 13-25 en contra.
Sabemos que un torneo de clubes es distinto a una competición entre selecciones. También se ha hablado mucho de un supuesto declive en el nivel del béisbol cubano, la forma en que entrenan, la salida de algunas de sus figuras más importantes y otros factores.
Un aspecto interesante que sacó a relucir el abridor estadounidense de los Tigres del Licey, Jon Leicester—quien dominó por completo a Villa Clara en 7.0 entradas el lunes—fue la falta de paciencia del equipo cubano.
“Vi que no tomaron muchas bases por bolas”, dijo el derecho sobre Cuba, que en total recibió 10 pasaportes en sus cuatro juegos aquí. “Quieren dar swings. A veces cuando estás arriba en el conteo, sientes que estás en ventaja (contra ellos) porque sabes que no van a tomar el pitcheo. No tengo que tirar por el medio todo el tiempo. Cuando un equipo es más paciente, te obligan a tirar más strikes”.
Leicester aprovechó a plenitud esa realidad, dejando en dos hits y cero carreras a Villa Clara.
Otro tema que destacó Leicester–quien ha jugado béisbol profesional en Japón y Taiwán, además de América Latina y Estados Unidos—es el hecho de la gran mayoría de los jugadores cubanos no conocer otras ligas profesionales. Según el pitcher veterano, el jugar contra los mismos oponentes todo el tiempo limita a los cubanos en su habilidad hacer los ajustes necesarios ante nuevos contrarios.
“Tienen mucho talento, pero tal vez sea más fácil cuando juegas en ligas donde la gente va y viene”, afirmó el derecho. “Cada liga es diferente y aprendes un béisbol distinto en cada una de ellas.
“Taiwán es muy aislado en su forma de jugar y Cuba es muy aislado también, en comparación con Japón o Corea. Te quita la habilidad de adaptarte. Por ejemplo, el estilo de México es totalmente diferente al de Puerto Rico y Venezuela, pero todos jugamos uno contra el otro y nos vemos con frecuencia en los Estados Unidos”.
Fuera lo que fuera el motivo del penoso béisbol exhibido por Villa Clara en Margarita—y son varios, sin dudas—aquí se rompió el mito de los equipos invencibles provenientes de Cuba.
Es muy bueno un regreso de dicho país a este tipo de eventos–ojalá se repita en Puerto Rico 2015 y en años posteriores—pero creo que con lo que vimos en Venezuela, ya podemos ver de una manera más realista a los equipos cubanos, sin los ojos aguados.
Via http://lasmayores.mlblogs.com/
Desde el Desierto Blog.
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