Los entrenamientos de primavera son el campo donde los equipos prueban sus piezas y peloteros buscan cumplir el sueño de quedarse, de lograr la titularidad. Alguas batallas parecen decididas, otras apenas comienzan.
.- Miguel Rojas hizo algo fuera de lo común, al llegar enero: a pesar de ser un jugador de ligas menores y no estar protegido en el roster de 40, abandonó a los Tiburones de La Guaira en plena recta final, para marcharse a Estados Unidos.
Que nadie vea en esto una falta, únicamente. Rojas, aunque ciertamente dejó a los escualos en una situación comprometida, se fue porque vio luz al final de ese largo túnel que recorren los autobuses que van de ciudad en ciudad, en doble A o triple A.
Vio, por fin, la posibilidad de llegar a las grandes ligas.
La opción de Rojas era real, aunque nos tomara a casi todos por sorpresa. Un reporte de MLB.com antes de abrirse los campos, a comienzos de mes, citó siete nombres como candidatos a adueñarse de la segunda almohadilla de Los Ángeles en esta primavera boreal. Uno de ellos, el mirandino.
Don Mattingly, manager de los azules, aseveró que la competencia estaba abierta.
Francisco Cartaya, venezolano, scout internacional de los Dodgers, le vio sentido a la posibilidad de mudar de posición a su antiguo pupilo, al que vio crecer cuando Cartaya era ejecutivo de La Guaira.
“Él es uno de los mejores shortstops defensivos del país”, indicó el cazatalentos. “La transición del short a segunda no es complicada. La diferencia básica está en el pívot”.
Los esquivadores se reunieron en Arizona antes que todas las demás organizaciones, salvo los Diamantes. Ello se debió a que, precisamente ambas escuadras inaugurarán la temporada 2014 en Australia, una semana antes del resto.
Por ese motivo, también empiezan a asomarse las primeras respuestas en el complejo de los Dodgers. Según un nuevo reporte de MLB.com, Mattingly ya visualiza una intermedia hecha a la medida del pitcher rival, con el cubano Alexander Guerrero contra los zurdos y Dee Gordon frente a los derechos.
Guerrero y Gordon tienen una ventaja importante sobre Rojas: ya están en el roster de 40. El club no necesitará sacar de allí a alguien, exponiéndose a perderlo en waivers, para darles cabida en la nómina.
Tienen otra ventaja adicional: el primero fue firmado hace poco, tras salir de su país, y el segundo es un antiguo prospecto en quien todavía depositan esperanzas. Con ambos existen grandes expectativas.
Esta batalla aún no está perdida para Rojas, que eventualmente puede ganar un lugar como utility o forzar una promoción durante el curso del campeonato. Por ahora, sin embargo, luce más que cuesta arriba.
No muy lejos del campamento de los Dodgers, Felipe Paulino continúa con el proceso que conduce a su mejor acondicionamiento físico, su reaparición en las mayores y, sorpresivamente, en cierto modo, hacia la rotación de abridores de los Medias Blancas.
Paulino es el típico caso del pelotero dotado de condiciones excepcionales, que por una u otra razón demora reiteradamente su consolidación y florecimiento.
Primero fue por sus problemas de control, en los tiempos en que perteneció a los Astros y los Rockies. A su paso por los Reales, más recientemente, fueron las lesiones.
Dejado en libertad por Kansas City, después de perder todo 2013 y parte de 2012 debido a problemas físicos, el mirandino aparece ahora en una posición inesperada: como cuarto o quinto abridor de su nueva organización.
Paulino nunca ha lanzado 140 o más innings en una zafra. Muchos de sus compatriotas no saben quién es o desconocen cuál es su novena en la LVBP. Su efectividad ajustada de 84 demuestra que su actuación ha estado 16 por ciento por debajo del rendimiento promedio de sus colegas entre 2007 y 2012, el tiempo que ha estado arriba.
No es el perfil de alguien a quien un conjunto de liga grande entregaría a priori un puesto en la rotación. Pero su recta pesa, sus envíos se mueven y, con 30 años de edad, todavía vale una apuesta, sobre todo si el que apuesta es Chicago, un elenco con pocas fichas en su poder.
El verdadero desafío de Paulino comenzará en breve, con los juegos de exhibición. Por ahora, está sano y cumple correctamente con el proceso de fortalecimiento previo a su estreno en la Liga del Cactus. Pero todos los portales, incluso la página oficial de los patiblancos, lo proyectan como uno de los iniciadores casi seguros del piloto Robin Ventura.
Así es el spring training. Para algunos, la lucha ya parece terminar. Para otros, apenas comienza.
Via http://www.elemergente.com/
@Ignacioserrano
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