Según Moree “las bolas eran bolas y los strikes, strikes”. Parece que los profesionales no lo vieron igual. |
.- Es increíble como en solo una semana, inclusive menos, una sucesión de hechos puede cambiarle la cara a uno de los orgullos más grandes del cubano, su beisbol. La selección de Villa Clara, como representante de toda Cuba, quitó, pieza a pieza, cada una de las capas míticas de la pelota nuestra. Hoy ofendidos, convencidos o decepcionados, no la podemos ver igual. Aquí expongo algunos factores que fomentaron el papelazo.
El conflicto y polémica de los refuerzos, fue el primero que se aclaró, si los Naranjas hubieran ido con sus peloteros comunes y habituales, no podían haberlo hecho peor, aunque quizás el resultado sería igual a cuatro derrotas, aunque quizás el resultado no hubiera tenido a Víctor Mesa en el banco y aunque quizás el resultado tendría más justificaciones y menos realidades.
Pero Ramón Moré, muy acertado como político, decidió importar peloteros, solidificarse e inclusive tener al flamante manager nacional en el banco, pues así tenia mejores posibilidades de ganar (que ingenuo fuimos todos) y en caso de desenmascararse, la hasta hace una semana, inexplicable realidad, la culpa se repartiría entre varios. Moré se preparó el mismo, como no hizo con su equipo.
Pero Moré cometió un pecado grave (entre otros muchos de menor cuantía), como imperfecto ser humano que es, decidió obviar la figura de Ariel Pestano, confinarlo al banco y complació su anterior incapacidad de hacerlo y de paso le robó al mítico mascara, la gran despedida que tuvo hace unos meses, donde humilló a su gran rival, Víctor, siendo héroe indiscutible del juego final del campeonato de Villa Clara. Pestano no jugó, Moré y Víctor sonrieron, pero Cuba y el mundo entero se enteró, de lo que por décadas disimulamos, que el beisbol de la isla fue condenado, con aquella horrible y egoísta eliminación del profesionalismo, de los primeros años del comunismo en el poder.
Para los que olvidaron o no sabían, pueden referirse al trabajo “Así se escogió el cátcher del Cuba” y justamente entenderán como fue impedido Pestano de participar en el Clásico Mundial del 2013, que costó gravemente entonces, y ahora (nuestros directivos nunca aprenden de sus propias experiencias) también cobro sus gravámenes.
Lo pasado fue que Moré nunca tuvo agallas para dirigir a Pestano y cuando le preguntaron, hace poco más de un año, se sinceró diciendo deficiencias en el carácter del cátcher, Víctor (que tampoco pudo con él en sus años de manager Naranja) se agarró de esto y lo eliminó.
Cuando Pestano (hechos reales) leyó mi trabajo sobre lo sucedido, le pidió explicaciones a Moré y este dijo que aquello era una infamia y una mentira (cuando tres fuentes distintas, testigos de la misma reunión me lo confirmaron y aun lo hacen). Pestano en aquella época quería encontrarse conmigo, pero la reunión no se propicio, inclusive hubo quienes me aconsejaron no hacerlo.
Ni Víctor ni Moré, estaban interesados en poner a Pestano jugar y así intentaron humillarlo, mientras que le costaba carísimo, su venganza personal.
Antes que alguien levante la voz a favor de Víctor, no se engañen, que sí dio órdenes y muchos de los que estaban en Margarita, confirmaron que estaba dirigiendo (no va a ser la primera vez, que el director de un equipo Cuba sea un fantoche, que acata disposiciones y pone la cara).
Pestano es un arrogante, autosuficiente, malcriado e indeseable personaje, pero es el mejor cátcher cubano de los últimos 25 años y quizás de la historia, siempre juega para adelante, ofende a sus compañeros de equipo, pero saca lo mejor de ellos. Con él detrás del plato, las posibilidades siempre se ampliaban, nunca se disminuían. Yulexis La Rosa es un mascara excelente, pero Pestano es inigualable.
Al final fue Pestano el que le recibió a Freddy Asiel Alvares (el mismo que parecía un pitcher de provinciales en la Serie del Caribe) su record de entradas consecutivas sin permitir carreras en Postemporada y al final, sin Pestano, Holanda jugó a puro relajo en las bases, robando hasta el honor cubano, en el Clásico Mundial y Víctor se tuvo que tragar todas sus promesas y amenazar a la prensa, para que no siguieran hablando mal de él (pregúntenle a los que tienen vínculos y se enteraran de las lagrimas derramadas por algunos periodistas del patio).
No obstante, prepárense para cuando se haga un análisis del evento (si se hace), que uno de nuestros mentirosos habituales, diga que Pestano tenía molestias y demás (en el caso que alguien pregunte y no lo manden a callar).
Punto y aparte.
No se perdió por sentar a Pestano (pero si fue un gravísimo pecado).
El área de los lanzadores estuvo de lágrimas, cierto, pero se habló desde el mismo inicio, que la pelota utilizada, Rawling, botaba mucho, y que fue autora intelectual del record de jonrones de este año en la Liga Venezolana. Nuestros pitchers debieron saber esto, nuestros entrenadores debieron saber eso y el planteamiento debió ser distinto.
Otro asunto, el nerviosismo era evidente, pero no debió pasar del primer partido o ¿Cuáles son las habilidades del manager y el flamante técnico que lo acompañaba, cuando no fueron capaces de provocar una reacción positiva en sus peloteros?
Para seguir con este análisis superficial de la catástrofe. Vamos a seguir por otros puntos:
La jugada de Ariel Borrero en el plato (no se perdió por eso) pero con todo y las justificaciones de el “tirón muscular”, la verdad es otra, Borrero llegó con tiempo, pero NO SE DESLIZO y eso es básico en las jugadas en home. El slugger villaclareño está a punto del retiro, que es inconcebible que no sepa eso.
Lo mismo con Ramón Lunar en segunda, o el tiro al cortador de Alfredo Despaigne, cosas de niños que juegan al beisbol por primera vez.
Pobre utilización del banco, alineaciones estériles, cambios poco productivos, pusieron en evidencia como se dirige en Cuba, improvisando constantemente y casi que piteando, en vez de siguiendo estudios pre-juego.
Sin embargo la más pública de las deficiencias de Villa Clara y toda la pelota cubana, fue la increíble libertad, bateador tras bateador, de tirarle al primer lanzamiento. Los profesionales que enfrentamos lo notaron al instante y nos gozaron de punta a punta.
Contra México, le hicimos la vida fácil a Alfredo Aceves, que nos tiró 7 entradas con solo 86 lanzamientos y lo mismo, o peor, frente a Dominicana, pues Jon Leicester trabajó igual cantidad de capítulos con menos pitcheos (78).
A continuación un ejemplo más vivido.
En el partido contra los Tigres de Licey, un total de 15 veces, los bateadores cubanos duraron solo 2 lanzamientos en el home (7 estuvieron uno solo) y de las 35 oportunidades al bate que tuvieron en el encuentro, solo 7 pasaron de ver 4 pitcheadas (3-5 lanzamientos, 3-6 y 1-7).
Estábamos en un evento donde no conocíamos a nadie y que hicimos, regalarnos.
“Exprimir” al tirador rival, “conocerlo” y “sacarlo” del box por exceso de trabajo, no existe en la pelota cubana.
La famosa “escuela cubana de beisbol” es un espejismo ahora.
Villa Clara, Campeón Nacional, reforzada hasta casi ser un equipo Cuba, ha lucido infantil, indefensa, mediocre y muy pálida, los velos de la maquinaria beisbolera de la isla han sido retirados.
Muchos, me incluyo, nos hemos enterado que estábamos mucho peor de lo que creíamos, con managers ineptos, incapaces de hacer una alineación responsable, sin ideas, con rencores personales dentro de un regreso histórico, con una secuencia de pitchers de relevo inaudita, mal ideada. Con peloteros llenos de talento pero con achaques de categorías infantiles, por “técnicos” sin preparación y mucho menos actualización.
No voy a generar frases optimistas ni mucho menos, pues no me salen, no puedo tras todo este tiempo, donde mis rivales en el terreno siguen mejorando y los peloteros que me representan siguen haciéndolo peor. La incapacidad del beisbol cubano me ha ofendido, pues me niego a creer que viendo un partido a través de un móvil del tamaño de la palma de mi mano, reconozca cosas que los Moré y los Víctor no ven. La Serie Nacional comienza el día 11, pero todos, TODOS, ya sabemos que estamos en presencia de un torneo que a veces tendrá partidos de doble A, con algunos jugadores de triple A, aunque Higinio se esfuerce en repetir que la Serie Nacional fue un éxito.
Sin más por ahora,
Daniel de Malas Andreu.
Via http://swingcompleto.blogspot.com/
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