08 octubre 2014

La falta de bateo oportuno le hizo mucho daño a L.A.

Yasiel Puig

SAN LUIS – Cuando se habla de una nómina de casi US$240 millones, se habla de expectativas. Los Dodgers están acostumbrados a esa clase de presión, ganando en el 2014 su segundo título del Oeste de la Liga Nacional en forma consecutiva.

Sin embargo, por también por segundo año consecutivo, Los Angeles cayó en playoffs ante un equipo de los Cardenales con menos glamour, pero con más garra en el momento de la verdad.
“Teníamos altas expectativas, no dimos la cara cuando necesitábamos hacerlo y perdimos la serie”, dijo el toletero mexicano Adrián González, quien terminó la Serie Divisional vs. San Luis de 16-3, con un cuadrangular y tres empujadas. “Ellos supieron dar los jonrones importantes y no nosotros no, y ésa fue la diferencia en la serie.
“Pero creo que aquí hay dos equipos que se verán las caras durante muchos años. Este año no pudimos hacer el trabajo”.
Aparte de los colapsos de Clayton Kershaw y del bullpen de los Dodgers en los innings 7 y 8—cuando los Cardenales hicieron casi todo su daño con el madero—la falta de bateo oportuno de Los Angeles fue una de las grandes diferencias entre los dos equipos, tal como lo señaló González.
Mientras los Cardenales batearon .310 con corredores en posición de anotar, los Dodgers registraron apenas .195, con sólo dos extrabases. Además, una de las grandes bujías de los azules, el cubano Yasiel Puig, fue sentado para el Juego 4 (entró al final como corredor emergente) después de poncharse ocho veces en nueve turnos entre el primer encuentro y el tercero choque de la serie.
El resultado fue un total de tres carreras anotadas en los los últimos dos partidos de la serie. Así no se gana.
Al ponérsele el tema de la producción con corredores en posición de anotar al manager Don Mattingly, el capataz dio una respuesta evasiva—algo que no sorprende dado el dolor de la derrota unos minutos antes.
“Creo que cuando ves la temporada entera y analizas en qué aspectos te fue bien y en qué aspectos no, evalúas tu club a la hora de empezar de nuevo”, dijo Mattingly. “Veremos todo y dónde vamos a querer mejorar. Al final del día cuando pierdes, no te preocupas por una situación ni la otra, sino la victoria o la derrota”.
En otras palabras, claro que Mattingly está consciente del problema en la serie recién concluida. Ya no puede hacer nada al respecto.
En cuanto al futuro se refiere, la mayoría de las piezas clave de Los Angeles seguirán bajo contrato durante por lo menos un año más. Y sabemos que el dinero no es obstáculo en los predios de los Dodgers, así que las cosas se pintan bastante positivas.
El único agente libre de alto perfil y que haya aportado en la edición del 2014 de este equipo es el dominicano Hanley Ramírez, quien tuvo una gran serie al batear de 14-6 con un doble y dos empujadas, además de una sólida defensa en el campo corto. Y eso fue después de encabezar en la temporada regular a los torpederos de Grandes Ligas en OPS (porcentaje de embasarse más slugging).
A pesar de la posible partida de Ramírez, los Dodgers se perfilan como un equipo construido para competir a largo plazo. Pero como bien sabe A.J. Ellis—otra estrella de la serie vs. los Cardenales al terminar de 13-7 (.538) con cuatro bases por bolas, un cuadrangular, cuatro anotadas y OPS de 1.493—no hay nada escrito en el béisbol.
“No sabes cuántas veces estarás en esta situación con la oportunidad de hacer esto”, dijo Ellis. “No hay garantías en la vida y tampoco en el béisbol, eso es seguro. Sabemos lo difícil que fue llegar hasta este punto. No puedes darlo por hecho.
“Esto nos motivará a volver a ganar la división y jugárnosla en los playoffs”.

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