La pelota cubana sigue dando pasos por el camino correcto hacia el progreso

.- A Cuba se le identifica en el mundo por su inconfundible música y sus playas hermosas. También por su béisbol que cumplirá 135 años de historia. 

La pelota fue y sigue siendo un fenómeno nacional, tal como lo es la décima campesina. Ella vive en el corazón de todos los cubanos y forma parte de su universo. 

El béisbol antillano ha estado herido en los últimos años por decenas de factores que interrumpían su desarrollo. Pero la pelota no está muerta en la isla y se volverá a levantar para ubicarse en el lugar que le corresponde por tradición y talento. 

El regreso de Cuba al béisbol profesional después de 52 años de ausencia y los permisos para que varios de sus peloteros actúen en torneos de otros países, representa un paso adelante en el camino correcto rumbo al desarrollo y el progreso. 

Las medidas han sido recibidas con alegría por la mayoría de las personas, instituciones y países. Y nosotros que amamos al béisbol cubano y conocemos del talento natural de su peloteros, felicitamos a todos los que se encuentran involucrados en este paso histórico. 

Contrario a los que algunos creen de que en Cuba el retroceso del béisbol no tiene vuelta atrás, nosotros estamos convencidos que a partir del nuevo camino trazado la pelota cubana va a crecer en calidad y en popularidad. 

Estamos seguros que estas primeras medidas no serán las únicas positivas a favor de engrandecer la pelota cubana. 

Vendrán otras, entre ellas el permiso para que los peloteros cubanos que juegan en Grandes Ligas lo puedan hacer con el uniforme del equipo Cuba en eventos internacionales, incluyendo el Clásico Mundial y que puedan regresar a la isla junto a sus seres queridos y fanáticos. 

Es cierto que aquella cantera inagotable de jugadores que nutrieron a las Grandes Ligas desde que en 1911 Armando Marsans y Rafael Almeida debutaron con los Rojos de Cincinnati se detuvo en 1961 cuando se eliminó el profesionalismo. Pero el talento natural del pelotero antillano sigue intacto. De una punta a la otra de la isla se levanta una piedra y de ella sale una futura estrella del deporte de las bolas y los strikes. 

Lo que necesitan los cubanos son las herramientas y las oportunidades. Y ambas cosas están llegando de forma lenta, pero aplastante.

por Marino Martínez
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