¿Miguel Cabrera o Mike Trout?
Vamos a poner a un lado la discusión sobre el premio al Jugador Más Valioso. Esa diatriba ya comenzó, hay notables periodistas apoyando la opción de cada uno y sólidos argumentos a favor de los dos.
Enfoquémonos más bien en la difícil tarea de tratar de precisar quién ha tenido una mejor temporada. Cuando termine la campaña, entonces buscaremos al Más Valioso.
Vamos a poner a un lado la discusión sobre el premio al Jugador Más Valioso. Esa diatriba ya comenzó, hay notables periodistas apoyando la opción de cada uno y sólidos argumentos a favor de los dos.
Enfoquémonos más bien en la difícil tarea de tratar de precisar quién ha tenido una mejor temporada. Cuando termine la campaña, entonces buscaremos al Más Valioso.
¿Cómo se puede comparar a dos peloteros tan diferentes? Uno es antesalista, el otro centerfielder. Uno es un aporreador, el otro es un atleta. Uno es el mejor bateador del momento en el beisbol, el otro es el novato sensación.
Los números, según se vea, favorecen la opción de uno y otro. No nos enfoquemos sólo en los jonrones o en las empujadas. Al poner lo demás en juego —robos, anotadas, OPS, extrabases y demás— la paridad es asombrosa.
¿Cómo comparar una pera con una manzana, que eso son estos dos extraordinarios jugadores?
Hay modos. Uno, muy popular en la comunidad sabermétrica, de la que formamos parte en este modesto espacio, es el WAR. Varios analistas proclaman al patrullero de los Ángeles debido a su estupendo rendimiento aquí. Esta estadística pone en un mismo saco toda la producción ofensiva de cada quien, más el aporte que hace con el guante.
El WAR de Trout es el mejor de las grandes ligas. Muchos colegas hablan de eso con asombro, mientras apuntan al recluta como el innegable Más Valioso. Sin embargo, la propia sabermetría nos ha enseñado a poner en tela de juicio aquello que no resulta indiscutible.
El WAR es una herramienta útil, sí, y nos gusta usarla como medida de análisis, pero en lo personal creemos que todavía está en período de prueba. ¿O podemos apostar ciegamente por una estadística que ni siquiera es una, sino dos, y ambas arrojan valoraciones diferentes?
Según Baseball Reference, por ejemplo, el WAR de Trout es un insólito 10.3, pero según Fangraphs es 9.4.
La variación es parecida con Cabrera, que tiene 6.3 o 6.6, según el portal que se consulte. Y no es el único ejemplo que podemos esgrimir.
De acuerdo con Fangraphs, Félix Hernández ocupa el segundo lugar en todo el beisbol, con un WAR de 5.3. Pero según Baseball Reference, el carabobeño es séptimo, con 4.4.
¿Podemos usar el WAR para el Más Valioso, pero desecharlo para el Cy Young, dados los contrastes?
Mejor ser coherentes y esperar al día en que los sabermétricos cantemos “eureka” respecto a la unificación de esta herramienta.
Los números, según se vea, favorecen la opción de uno y otro. No nos enfoquemos sólo en los jonrones o en las empujadas. Al poner lo demás en juego —robos, anotadas, OPS, extrabases y demás— la paridad es asombrosa.
¿Cómo comparar una pera con una manzana, que eso son estos dos extraordinarios jugadores?
Hay modos. Uno, muy popular en la comunidad sabermétrica, de la que formamos parte en este modesto espacio, es el WAR. Varios analistas proclaman al patrullero de los Ángeles debido a su estupendo rendimiento aquí. Esta estadística pone en un mismo saco toda la producción ofensiva de cada quien, más el aporte que hace con el guante.
El WAR de Trout es el mejor de las grandes ligas. Muchos colegas hablan de eso con asombro, mientras apuntan al recluta como el innegable Más Valioso. Sin embargo, la propia sabermetría nos ha enseñado a poner en tela de juicio aquello que no resulta indiscutible.
El WAR es una herramienta útil, sí, y nos gusta usarla como medida de análisis, pero en lo personal creemos que todavía está en período de prueba. ¿O podemos apostar ciegamente por una estadística que ni siquiera es una, sino dos, y ambas arrojan valoraciones diferentes?
Según Baseball Reference, por ejemplo, el WAR de Trout es un insólito 10.3, pero según Fangraphs es 9.4.
La variación es parecida con Cabrera, que tiene 6.3 o 6.6, según el portal que se consulte. Y no es el único ejemplo que podemos esgrimir.
De acuerdo con Fangraphs, Félix Hernández ocupa el segundo lugar en todo el beisbol, con un WAR de 5.3. Pero según Baseball Reference, el carabobeño es séptimo, con 4.4.
¿Podemos usar el WAR para el Más Valioso, pero desecharlo para el Cy Young, dados los contrastes?
Mejor ser coherentes y esperar al día en que los sabermétricos cantemos “eureka” respecto a la unificación de esta herramienta.
Volvamos al punto: ¿quién es mejor?
Ya que sus aportes son diferentes, buscamos caminos alternativos. Recuerden, estamos hablando de un Cabrera que puede ganar la triple corona, es verdad, pero también de un Trout que puede convertirse en el segundo pelotero en la historia con una temporada de 30 jonrones y 50 bases robadas.
Y vean: el OPS ajustado del venezolano (la suma de slugging y promedio de embasado, comparado con el promedio de la liga en cada estadio) es 169, el mejor de la Americana; el del estadounidense es 168, al escribir estas líneas.
El nuestro también lidera el circuito con 128 carreras creadas, la fórmula que toma en cuenta todo lo hecho a la ofensiva por cada quien, pero el otro tiene 123 con casi un mes menos de acción.
Las carreras creadas son acumuladas, pero en el promedio, Trout gana: un equipo que tuviera a nueve bateadores como él anotaría 9,2 carreras por juego, pero uno con nueve Cabreras haría 8,3 rayitas por encuentro.
Ante tanta paridad, es difícil no dar la razón a quienes resaltan que un centerfielder ayuda más que un antesalista, cuando sus números a la ofensiva son parejos.
¿Quién es mejor? Va a ser, sin duda, una de las discusiones más apasionantes de los últimos años.
Ya que sus aportes son diferentes, buscamos caminos alternativos. Recuerden, estamos hablando de un Cabrera que puede ganar la triple corona, es verdad, pero también de un Trout que puede convertirse en el segundo pelotero en la historia con una temporada de 30 jonrones y 50 bases robadas.
Y vean: el OPS ajustado del venezolano (la suma de slugging y promedio de embasado, comparado con el promedio de la liga en cada estadio) es 169, el mejor de la Americana; el del estadounidense es 168, al escribir estas líneas.
El nuestro también lidera el circuito con 128 carreras creadas, la fórmula que toma en cuenta todo lo hecho a la ofensiva por cada quien, pero el otro tiene 123 con casi un mes menos de acción.
Las carreras creadas son acumuladas, pero en el promedio, Trout gana: un equipo que tuviera a nueve bateadores como él anotaría 9,2 carreras por juego, pero uno con nueve Cabreras haría 8,3 rayitas por encuentro.
Ante tanta paridad, es difícil no dar la razón a quienes resaltan que un centerfielder ayuda más que un antesalista, cuando sus números a la ofensiva son parejos.
¿Quién es mejor? Va a ser, sin duda, una de las discusiones más apasionantes de los últimos años.
Publicado en El Nacional, el domingo 23 de septiembre de 2012. Actualizado en el blog.
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